TRATAMIENTO FACIAL. BELLEZA FACIAL
TRATAMIENTO FACIAL
¿Sabemos que necesitamos hacer en nuestra piel para que esté más sana, más bella y más joven?. Si quieres saber que rutinas de tratamiento se adaptan mejor a tu tipo de piel, lee nuestro blog.
RUTINA DE TRATAMIENTO FACIAL
Para comenzar con una rutina de belleza facial adecuada tenemos que conocer nuestra piel. Identificar, en primer lugar, qué carencias presenta para tratarlas por orden de prioridad y en segundo lugar, que tipo de piel tenemos para saber la textura más adecuada del producto que vamos a aplicar.
La producción de sebo es la principal característica que nos va a indicar el tipo de piel que tenemos. Tendremos una piel seca si al final del día la notamos tirante. Si a media mañana nuestra cara presenta ya un aspecto brillante y graso estaremos ante una piel con tendencia grasa. A medias entre ambas tenemos a las personas que van a tener una piel mixta y que son pieles que solo suelen ser grasas en la zona T (nariz, frente y barbilla).
Una vez tengamos claro que tipo de piel tenemos podremos elegir los tratamientos más idóneos para cuidarla y aplicarlos siguiendo siempre un orden para obtener la mayor eficacia en nuestra rutina: limpieza, hidratación y protección solar.
LIMPIEZA FACIAL
Una buena limpieza es muy importante dentro de una rutina de belleza. Permite que las sustancias activas que apliquemos posteriormente penetren de forma más eficaz. La contaminación, las impurezas y el propio sebo que produce la piel van a ir obstruyendo los poros e impidiendo la correcta oxigenación de la misma.
Limpieza diaria
Este paso debe realizarse dos veces al día, mañana y noche, siendo la limpieza nocturna la más importante ya que en ella se va a retirar mayor cantidad de impurezas y suciedad. El agua no es suficiente para eliminar todo lo que contamina y obstruye nuestra piel, por eso debemos usar limpiadores específicos:
- Piel seca. Para evitar que la piel se nos quede tirante los limpiadores idóneos son las leches limpiadoras, que aportan la hidratación necesaria en la limpieza y no resecan la piel.
- Piel mixta. Cualquier tipo de producto les vendría bien, la elección del mismo dependerá de la sensación que busque y le guste a cada persona.
- Piel grasa. Son de elección los limpiadores ligeros que evitan que aumente la secreción de grasa en nuestro cutis y una hipersecreción por efecto rebote, como agua micelar, geles o espumas.
- Piel sensible. Productos con la menor cantidad de tensioactivos posibles para evitar irritación o con tensiactivos anfóteros o no iónicos que son los menos irritantes.
Limpieza semanal
Para llegar a la epidermis las células necesitan unos 26 días desde su nacimiento. Una vez que lo logran mueren y desaparecen. Con el paso de los años estas células van perdiendo capacidad para desaparecer, lo que provoca un engrosamiento de la piel por células muertas. Eso da un aspecto apagado y arrugado a la piel. La exfoliación es un paso necesario para barrer toda esa acumulación de células muertas.
Aplicar un exfoliante es muy sencillo y puedes realizarlo en casa. Primero debemos humedecer la piel y aplicar el producto realizando pequeños masajes circulares para que las micropartículas del mismo ejerzan la acción abrasiva propia de una exfoliación. Esperamos unos minutos, posteriormente se enjuaga con abundante agua y secamos.
Esta limpieza facial va a ofrecer muchos beneficios a nuestra piel:
- Elimina impurezas y células muertas.
- Ayuda a que desaparezcan puntos negros y a regular el acné.
- Prepara la piel para que la absorción de los productos cosméticos que apliquemos posteriormente sea lo más eficaz posible.
- Oxigena la piel.
- Retarda la aparición de arrugas.
- Permite lucir mejor el maquillaje.
HIDRATACIÓN FACIAL (HIDRATANTES FACIALES , ANTIARRUGAS FACIALES, REAFIRMANTES FACIALES, ANTIMANCHAS FACIALES)
¿Qué beneficios aportan los distintos activos?
Dependiendo de la composición cada producto va a aportar un beneficio diferente a nuestro rostro:
Ácido hialurónico.
Es uno de los principios activos más usados en cosmética. Compuesto presente de forma natural en nuestro cuerpo y uno de los grandes responsables de la hidratación y firmeza de la piel que es capaz de retener grandes cantidades de agua (hasta mil veces más su peso). Con el envejecimiento, se produce una disminución en la producción de ácido hialurónico y una disminución y pérdida de colágeno, que se va a traducir en deshidratación, pérdida de elasticidad y aparición de arrugas. Los tratamientos con ácido hialurónico son grandes aliados para nuestro rostro. Encontraremos productos con ácido hialurónico de alto peso molecular (Sodium Hyaluronate o Hyaluronic acid). Con él se consigue un efecto flash, ya que se queda a nivel superficial. Hace que nuestra piel esté más hidratada. En el caso del de bajo peso molecular ( Hydrolized hyaluronic acid, hydrolyzed hyaluronate) se produce una mayor penetración a capas más profundas, teniendo un efecto rellenador y antiedad.
Retinol o vitamina A pura.
Es muy efectivo pero es muy irritante para la piel. Sin embargo, existen dos formas en las que podemos encontrarlos en cosmética: el ácido retinoico, la más pura y activa, y el retinol, una forma menos activa pero a la vez menos irritante. Destaca su poder de renovación a nivel del estrato córneo, además de que aumenta la hidratación, controla la pigmentación, mejora la textura cutánea y aporta firmeza por estimular la síntesis de colágeno.
Vitamina C o ácido ascórbico
Penetra en las capas más profundas de la dermis por su bajo peso molecular y estimula la producción de colágeno y elastina. Actúa como antioxidante, inhibiendo los efectos de los radicales libres. Además de su acción antioxidante, la vitamina C también tiene un efecto despigmentante en la piel. Si elegimos un tratamiento de choque con ampollas con gran concentración de vitamina C debemos ser precavidos con el sol y usar siempre una fotoprotección, ya que no solo es que el ácido ascórbico pierda efectividad con el sol, sino que puede manchar la piel. La vitamina C, por sí, no es fotosensible. Muchos de los preparados actuales llevan la vitamina C estabilizada por lo que no sólo puede sino que es conveniente su administración en verano.
Resveratrol.
Es otro antioxidante muy importante Se encuentra en frutos como las uvas y los arándanos. Tiene acción antioxidante eliminando radicales libres con lo que previene el envejecimiento por el daño solar y el estrés. Tiene también acción antimanchas por inhibición de la tirosinasa, enzima que ayuda a la producción de melatonina, disminuye la degradación del ac. hialurónico de la piel, del colágeno y de la elastina (acciones demostradas “in vitro”). Posee también actividad antBiacteriana y cicatrizante.
Coenzima Q10.
La epidermis produce naturalmente esta Coenzima, que a partir de los 25-30 años se ve disminuida por el tiempo de exposición solar al que estamos sometidos. Para devolver el equilibrio a la piel es conveniente introducirla en nuestro tratamiento de belleza. Tiene un potente efecto antioxidante y ha demostrado ser efectiva para combatir la acción del sol, del tabaco y del estrés. También ha demostrado disminuir la profundidad de las arrugas mejorando la elasticidad y la favoreciendo la regeneración de la piel.
Niacinamida (vitamina B3).
Es uno de los activos más usados en productos antimanchas pues inhibe la acción de la tirosinasa, evitando así la producción de melanina, responsable de la pigmentación de nuestra piel.
Hidroxiácidos.
Son un grupo de ácidos de cadena no muy larga, lo que permite que penetren mejor en la piel. En pequeñas concentraciones estos ácidos tienen propiedades hidratantes y en concentraciones mayores su poder es exfoliante y además elimina manchas de la piel. Entre ellos el más usado en cosmética, por ser el de cadena más corta y, por tanto, menor tamaño, es el ácido glicólico. El ácido láctico tiene efecto suavizante queratolítico. Abre los folículos polisebáceos, eliminando puntos negros, comedones y espinillas. El ácido cítrico es una excelente antioxidante, capaz de neutralizar los radicales libres. El ácido tartárico es un potente despigmentante. El ácido málico, muy usado en exfoliantes tanto faciales como corporales.
Factores de crecimiento
Son sustancias, principalmente proteínas, que encontramos en nuestra sangre. Están muy relacionadas con la comunicación entre células del interior de las plaquetas. Estimulan distintos procesos metabólicos para regenerar y reparar el tejido conectivo, epidérmico y óseo (es decir, estimulan la producción de tejido nuevo). El origen de estos factores de crecimiento puede ser variado: plasma, vegetal o marino. La piel joven produce suficientes factores de crecimiento para mantenerla firme y elástica. Pero con el paso de los años se va perdiendo esa capacidad de reparación, se afina la piel y pierde elasticidad y firmeza. Si aplicamos un cosmético en cuya composición aparezcan factores de crecimiento se activaran los procesos biológicos que activaran la reparación celular. En definitiva, cuando aplicamos este tipo de activos a nuestra piel vamos a aportarle firmeza y elasticidad.
HIDRATANTES
Todos los factores externos que nos rodean, o nuestra propia genética, van a influir en el porcentaje de hidratación que presente nuestra piel.
Hidratan aquellas cremas que nutren las células de nuestra piel a base de lípidos y agua. Mantienen nuestra piel más suave, tonificada, elástica y con el brillo que caracteriza a una piel sana.
Los productos hidratantes están recomendados para personas que presentan un nivel considerable de sequedad (piel seca o muy seca).
ANTIARRUGAS
Las cremas hidratantes por sí solas pueden mejorar la apariencia de la piel, haciendo que las arrugas y líneas de expresión sean menos visibles. Pero si queremos tratar más allá tenemos que sumergirnos en el mundo de las cremas antiarrugas. Éstas son, por lo general, cremas hidratantes pero asociadas a otros componentes activos más potentes. La eficacia del producto que usemos dependerá del tipo de piel que tengamos y de los ingredientes activos que aparezcan en su composición (de los cuales ya hemos hablamo anterirormente). Los más utilizados en cosmética son los siguientes: retinol (vitamina A), vitamina C, resveratrol, coenzima Q10, alfahidroxiácidos, ácido hialurónico, factores de crecimiento.
ANTIMANCHAS(DESPIGMENTANTES)
Las manchas son una de las principales preocupaciones faciales. Pueden aparecer a edades muy tempranas por la exposición al sol, toma de ciertos medicamentos o cambios hormonales. La prevención es fundamental, pero cuando ya han aparecido hay que recurrir a una crema despigmentante.
Las cremas despigmentantes actúan directamente sobre las zonas hiperpigmentadas, inhibiendo la producción de melanina, que es la responsable de que aparezcan esas manchas. Los activos más utilizados en este tipo de cosméticos son: hidroquinona, ácido kójico, ácido azelaico, ácido retinoico, ácido glicólico, niacinmida o vitamina C.
ACNÉ
El acné es un trastorno de la piel que se da con la obstrucción de los folículos pilosos con sebo y células muertas. Lo más común es que lo sufran adolescentes, pero puede aparecer a cualquier edad. Los productos que recomendamos para tratar el acné cosméticamente pueden incluir en su composición algunos exfoliantes como el azufre, ácido salicílico o el ácido glicólico. Además de otros activos, entre los cuales aparecen el peróxido de benzoilo, ácido azelaico o retinoides (tretinoína, isotretinoína y adapaleno).
PIEL ATÓPICA
La atopía es una enfermedad de la piel que cursa con picor, irritación o descamación debido a la gran deshidratación que presenta. Afecta principalmente a bebés y niños, en menor medida a los adultos. Es muy importante entender que es una enfermedad crónica, que va por brotes y para la cual no existe una terapia milagrosa. Necesitamos combinar una serie de cuidados higiénicos con dermatológicos en caso necesario. (Visita nuestro blog sobre dermatitis atópica para saber más).
ROJECES
Las rojeces aparecen por alteraciones en la función barrera de la piel, que genera una sensibilidad especial. Provoca enrojecimiento, irritación, picor y fragilidad de la zona afectada. Suele parecer en las mejillas, nariz y sus alrededores y es más frecuente en mujeres, aunque en los hombres que la padezcan los síntomas serán más graves.
TRATAMIENTOS INTENSIVOS
AMPOLLAS
Las ampollas se han hecho poco a poco indispensables en los tratamientos de belleza de muchas personas. Ya hay quién las consideran su nuevo serum, ya que como éstos, contienen una gran cantidad de activos y además su formato en monodosis hace que su aplicación sea más cómoda. Además al presentarse en formato ampollas los activos no se oxidan ni contaminan, manteniéndolos intactos. Esto hace que actúen con la mayor eficacia posible.
Recomendamos aplicar media ampolla por la mañana y media por la noche, sobre el rostro, cuello y escote. Para aplicar la ampolla primero la agitamos suavemente y la rompemos. Echamos la cantidad a aplicar sobre las palmas de las manos y las frotamos. Sobre el rostro, cuello y escote ejercemos pequeños masajes hasta que se complete la absorción del producto.
Hay dos tipos de cosméticos que se presentan en ampollas: los de acción instantánea (ampollas flash) y los de tratamiento de larga duración.
- Ampollas flash: conseguimos efecto inmediato, alisando la piel y rellenando arrugas. Nos aportan luminosidad, firmeza y suavidad a la piel.
- Ampollas larga duración: podemos encontrar ampollas que contengan un único activo o bien una combinación de éstos que potencien sus efectos. Entre las ampollas más utilizadas se encuentran las que contienen vitamina C pura, proteoglicanos, factores de crecimiento, vitamina E, melatonina, ácido glicólico o ácido hialurónico.
MASCARILLAS
Se emplean de manera puntual para complementar de forma sencilla nuestro ritual de belleza. Los beneficios para cada piel vienen determinados por los activos que componen la mascarilla:
- Piel seca: mascarilla hidratante.
- Piel acnéica: mascarilla purificante y calmante.
- Piel con rojeces: mascarilla hidratante y calmante.
- Piel fotoenvejecida: mascarilla antioxidante.
- Piel con manchas: mascarilla que unifiquen el tono.
¿Qué textura elegir para mi tipo de piel?
Al igual que la composición de la formulación, la textura de un cosmético es muy importante. Una sensación agradable en la piel va a influir mucho a la hora de que seamos constantes en la aplicación del producto. Elegiremos la galénica teniendo en cuenta esa sensación agradable y que la mezcla con los activos permita una correcta actuación de los mismos. Pero el factor fundamental para elegir qué textura utilizar para que nos agrade será nuestro tipo de piel.
- Leches: se usan sobre todo en cosméticos corporales por su fácil extensibilidad y rápida absorción.
- Cremas: son las, algunas veces denominadas, “mantecas”, suelen ser untuosas y densas, destinadas para cosméticos indicados en pieles secas o muy secas, ya que evitan la pérdida de agua. No obstante hay cremas más untuosas y otras menos que son utilizadas en pieles menos secas o mixtas.
- Emulsión: con mucha menos cantidad de fase liposoluble (aceites), por tanto más ligeras, y se usan en pieles normales y mixtas.
- Crema-gel: como su nombre indica tiene un aspecto cremoso pero será de rápida absorción. Los productos que se presentes en crema-gel se usan sobre todo en pieles grasas o con tendencia acnéica, aunque también tienen cabida en los indicados para pieles mixtas.
- Serum: textura muy fluida. Son soluciones ligeramente gelificadas por lo que se absorben rápidamente y se extienden con mucha facilidad. Lo pueden usar todo tipo de pieles pero se recomienda esta textura sobre todo en pieles muy castigadas o maduras por contener una alta concentración de activos.
- Soluciones: líquidos homogéneos que están presentes en productos booster, ampollas, aguas micelares y tónicos.
En nuestra rutina diaria podemos tener productos con diferentes texturas entonces, ¿cómo se recomienda la aplicación de los cosméticos según su textura?
Aplicaremos nuestros cosméticos de los más fluidos a los más densos. Así pues después de nuestra limpieza aplicaremos el serum o ampollas y posteriormente nuestro tratamiento específico, que siempre tendrá una textura un poco más densa que las nombradas anteriormente. Por último, si nuestro tratamiento específico no lo tiene y es de día, la protección solar.
¿Cómo diferenciar qué cosmético usar de día y cuál de noche?
Durante el día nuestra piel está expuesta a más agresiones externas, por eso el cosmético que usemos por las mañanas debe ser antioxidantes e hidratante, para así proteger a nuestra dermis de los radicales libres. Estos productos deben ser más ligeros pues después debemos aplicar una protección solar y, si nos gusta, también un maquillaje. Si eres una persona que quieres ir más rápida y no usar tantos productos, puedes utilizar un cosmético que presente, al menos un SPF 30, para así evitarnos el paso de la protección solar, o bien, utilizar un protector solar con color, con lo que puedes ahorrarte el maquillaje.
Llegamos a la noche y nuestra piel necesita recuperarse. En la fase de sueño profundo se promueve la regeneración celular, produciendo más colágeno y elastina. Este momento es idóneo para usar cosméticos con activos regenerantes y calmantes. Además vamos a dejar para este momento del día todos aquellos productos que contengan activos sensibles al sol, como por ejemplo los hidroxiácidos o aquellos con muy alta concentración de vitamina C (la vitamina C en concentraciones menores y con protección solar también se utiliza por la mañana).
PROTECCIÓN SOLAR
No debemos olvidarnos nunca de ella, será nuestra mejor aliada para retardar el envejecimiento de nuestra piel y evitar la aparición de manchas.
Para saber todo lo necesario sobre fotoprotección te invitamos a que leas el artículo de nuestro blog “protección solar”.
MAQUILLAJE
Terminaremos nuestra rutina facial diaria con la aplicación del maquillaje. No es un paso obligatorio pero si necesario para alunas personas porque prefieren lucir buena cara y unificar el tono de su piel. Dentro de los maquillajes nos encontraremos infinitos tonos, para adaptar el producto elegido lo máximo posible al tono natural de nuestra piel. Sería la primera característica a tener en cuenta en la elección del maquillaje, pero no la única. Existen dos tipos productos para maquillarte: fluidos y compactos, cuya elección estará regida por nuestro tipo de piel.
Maquillaje compacto
Se presenta con una base en polvo que consigue cubrir tu imperfecciones pero dejando un aspecto muy natural. El maquillaje compacto es idóneo para pieles grasas o con tendencia acnéica ya que por presentarse en base polvo va a absorber los brillos que aparecen en este tipo de pieles. Otra ventaja de este tipo de maquillaje es que su reaplicación a lo largo del día es muy fácil y cómoda porque el producto viene envasado con una esponja en la parte superior, tu tamaño es perfecto para llevar en el bolso y normalmente se acompañan se un espejo para usarlo en cualquier lugar.
Maquillaje fluido
La base de este tipo de maquillaje es mucho más acuosa, así que la sensación que deja en nuestra piel es de mayor hidratación, ideal, por tanto, para pieles secas o normal/mixta. Para su aplicación podemos usar una brocha, una esponja o los dedos, dejando un acabado que cubre mucho más que un compacto.
PREGUNTAS FRECUENTES SOBRE LA RUTINA FACIAL
¿La limpieza facial debo hacerla mañana y noche?
Lo ideal es hacerlo tanto por la mañana como por la noche, aunque siempre la limpieza facial nocturna es mucho más importante. Por la noche tenemos que retirar de nuestra piel todas las impurezas que ha captado a lo largo del día además de eliminar los residuos que deja la protección solar y el maquillaje aplicados. Por la mañana, aunque pensemos que nos hemos ido a la cama con la cara limpia, debemos volver a repetir esa limpieza pues durante la noche nuestra piel sigue produciendo sebo y debemos retirarlo.
¿Cuánto tiempo debo dejar pasar entro un paso y otro de la rutina?
No es necesario que tardemos una hora diaria en aplicar todos los productos que vayamos a introducir en la rutina diaria de nuestro cuidado facial. Si aplicamos la cantidad justa de producto y de la mejor manera, realizando pequeños masajes y con toquecitos, la absorción de los mismos será muy rápida y apenas tendremos que esperar unos segundos entre la aplicación de uno u otro. Solo tener en cuenta que para aplicar la protección solar la piel debe estar completamente seca.
¿Puede cambiar el tipo de piel de una misma persona?
Existen muchos factores que pueden hacer que el tipo de piel de una persona varíe: cambio de estación, edad, contaminación, época del año, estados hormonales, estilo de vida…. Así que es muy importante tener presente que no siempre debemos usar el mismo tratamiento de belleza, lo tendremos que adaptar dependiendo de las necesidades de nuestra piel en cada momento.
¿Existe algún paso que sea más importante que otro dependiendo del tipo de piel?
No, todos los pasos son imprescindibles para que la rutina facial sea completa y perfecta. El tipo de piel va a determinar los activos o la textura que vamos a usar pero no descartar alguno de los pasos a seguir.
¿Cuántos tipos de pieles existen?
Puede resumirse en cinco, aunque para cada persona pueden aparecer matices que hagan que su piel tenga características de más de un tipo de piel:
1 Piel grasa
2 Piel seca
3 Piel normal
4 Piel mixta
5 Piel sensible
¿Cada cuánto debo exfoliar mi piel?
Dependerá del estado de tu piel, si la cuidas con frecuencia no es necesario exfoliar tantas veces. Con una vez por semana o cada dos semanas, sí es necesario. Si por el contrario necesitamos eliminar muchas células muertas de nuestra piel sería conveniente realizar la exfoliación una vez o dos veces a la semana hasta que consigamos una piel más lisa.
¿A partir de qué edad es idóneo comenzar los tratamientos faciales?
No existe una edad concreta a la que empezar a cuidar nuestra piel, es más, debemos hacerlo desde bebés, desde que nuestra mamá nos protege del sol. Cada etapa de la vida de nuestra piel necesitará unos cuidados específicos.
Recuerda que solo tú serás la persona que sepa exactamente el tratamiento que mejor cuida tu piel. Esperamos que la información que hemos ofrecido te sea de ayuda y visita nuestra farmacia online, farmaciacien.es donde encontrarás todos los productos necesarios para lucir una piel radiante.
PROTOCOLO DESPIGMENTANTE:
MAÑANA: Limpieza consolución limpiadora preferiblemente específica para manchas + serum de vitamina C + crema de vitamina C para dar luminosidad a tu rostro + contorno de ojos/labios + protección solar + maquillaje.
MEDIA MAÑANA: Repetir rutina de mañana total o parcialmente (por ejemplo, protección solar y maquillaje o crema vit C+ protección solar + maquillaje.
NOCHE: Limpieza + serum con glicólico o retinol+ crema antimanchas o limpieza + serum antimanchas o limpieza + serum/crema con glicólico o retinol + serum/crema antimanchas. Dejar siempre actuar los Alfahidroxiácidos (AHA tales como glicólico, retinol u otros) unos 15 minutos antes de añadir cualquier otro producto a la cara.
PROTOCOLO REAFIRMANTE:
MAÑANA: Limpieza consolución limpiadora preferiblemente específica para reafirmar+ serum con efecto lifting (reafirmante) + crema con efecto lifting + protección solar + maquillaje.
MEDIA MAÑANA: Repetir rutina de mañana total o parcialmente (por ejemplo protección solar y maquillaje o crema lifting+ protección solar + maquillaje.
NOCHE: Limpieza + serum con glicólico o retinol+ crema reafirmante. Dejar siempre actuar los Alfahidroxiácidos (AHA tales como glicólico, retinol u otros) unos 15 minutos antes de añadir cualquier otro producto a la cara.
PROTOCOLO DE RELLENO DE ARRUGAS:
MAÑANA: Limpieza consolución limpiadora hidratante + serum con efecto lifting + crema con efecto lifting + protección solar + maquillaje.
MEDIA MAÑANA: Repetir rutina de mañana total o parcialmente (por ejemplo protección solar y maquillaje o crema lifting + protección solar + maquillaje.
NOCHE: Limpieza + serum con glicólico o retinol+ crema reafirmante. Dejar siempre actuar los Alfahidroxiácidos (AHA tales como glicólico, retinol u otros) unos 15 minutos antes de añadir cualquier otro producto a la cara.
PROTOCOLO ANTIEDAD:
MAÑANA: Limpieza consolución limpiadora hidratante + serum con efecto regenerador + crema con efecto regenerador+ contorno de ojos y labios + protección solar + maquillaje.
MEDIA MAÑANA: Repetir rutina de mañana total o parcialmente (por ejemplo contorno de ojos y labios + protección solar y maquillaje o crema con efecto regenerador+ protección solar + maquillaje.
NOCHE: Limpieza + serum con glicólico o retinol, preferible a dosis altas+ crema con factor regenerador. Dejar siempre actuar los Alfahidroxiácidos (AHA tales como glicólico, retinol u otros) unos 15 minutos antes de añadir cualquier otro producto a la cara.
PROTOCOLO DE LUMINOSIDAD:
MAÑANA: Limpieza consolución limpiadora antioxidante + serum con vitamina C + crema con vitamina C + protección solar + maquillaje.
MEDIA MAÑANA: Repetir rutina de mañana total o parcialmente (por ejemplo limpieza + protección solar y maquillaje o limpieza + crema con vitamina C+ protección solar + maquillaje).
NOCHE: Limpieza consolución limpiadora antioxidante + serum con vitamina C + crema con vitamina C. Repetiríamos el proceso diurno eliminando la aplicación de la protección solar y el maquillaje.
PROTOCOLO DE HIDRATACIÓN:
MAÑANA: Limpieza consolución limpiadora hidratantes (preferiblemente en textura leche) + serum hidratante + crema hidratante + contorno de ojos + protección solar + maquillaje.
MEDIA MAÑANA: Repetir rutina de mañana total o parcialmente (por ejemplo protección solar y maquillaje o crema hidratante + protección solar + maquillaje).
NOCHE: Limpieza consolución limpiadora hidratantes (preferiblemente en textura leche) + serum hidratante + crema hidratante + contorno de ojos. La crema que usemos por la noche podría ser de una textura más nutritiva que la de la mañana, por ejemplo, usar crema-gel por la mañana y textura crema por las noches.
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